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La animación es un medio, no un género (…). Es la forma más bella y acabada de manejar la creación (…). El problema en Estados Unidos es que se piensa que la animación está sólo destinada a los niños, cuando en realidad es un arte adulto.
Guillermo del Toro, cineasta mexicano
La Unión Europea (UE), el regionalismo más importante de la región europea (por el alcance de sus programas y la inclusión de países que convergen en su seno), ha presentado, desde su creación en los años 90 de este siglo, el desafío de crear una “identidad europea”; es decir, buscar vínculos comunes entre la diversidad cultural que existe en Europa. Desde la UE, se ha comprendido que la cultura no es un aspecto subordinado, el cual determina el status quo de una sociedad, sino que es una construcción permanente, nunca estática, capaz de modificarse a lo largo del tiempo. Por ello, la cultura se convierte en el vehículo que permite crear y definir el ser y el deber ser de una sociedad humana.
Con ese ideal en mente, es que surge el programa “Europa Creativa”, el cual “presta apoyo a artistas, profesionales y organizaciones culturales y audiovisuales, de las artes escénicas, de las bellas artes, de la edición, el cine, la televisión, la música, las artes interdisciplinarias, la literatura, el patrimonio y la industria de los videojuegos” (Cámara de Comercio de España. Delegación ante la Unión Europea, 2021); éste tiene como uno de sus objetivos: “fomentar la cooperación, la competitividad y el potencial para generar innovación del sector audiovisual europeo” (Consejo Europeo, 2021).
Asimismo, el programa tiene en cuenta para brindar sus apoyos la concordancia con el Pacto Verde Europeo, el cual busca alcanzar la neutralidad climática y fomentar la agenda de inclusión e igualdad de género.1 Lo anterior, cobra relevancia al tomar en cuenta que “Mi amigo Robot” (2023) recibió apoyo de este programa europeo y centra su guión en una relación de amor-amistad donde no queda del todo claro (o intencionalmente no se aclara) el género de sus personajes. Es decir, es una película que crea parejas de género neutro.2
Su director, Pablo Berger (61 años, nacido en Bilbao, España)3, quien afirma que: “Las películas no las acaban los directores; las acaban siempre los espectadores, que las hacen suyas y realizan sustituciones” (Valdivia, 2024), nos adentra en una película muda animada, que remite a pensar en los filmes de Charles Chaplin o de Buster Keaton (de hecho en la película hay gags visuales que rinden homenaje a ambos),4 situada en el Nueva York de los años 80 de este siglo (la música, al igual que la ciudad se convierten en personajes centrales del relato del director). Quizá esta sea la primera lección del largometraje: la idea de que las palabras no son necesarias cuando se está dispuesto a mirar con el corazón. Asimismo, es importante señalar la temporalidad, que va de septiembre al septiembre del año siguiente (no olvides leer, en especial, esta nota al pie de página).5
A través de una visión antropomórfica (atribución de características humanas a seres no humanos, como animales u objetos), nos lleva a reflexionar, desde mi punto de vista, sobre un tema poco discutido e incluso invisibilizado, pero que todas las personas pasan más de una vez en su vida: el duelo.
Es importante señalar que la película está basada en la novela gráfica de Sara Varon, 2007 (seleccionada por Kirkus Reviews como uno de los mejores libros para niños). Esto resulta relevante en la medida que este no es un relato que sólo pueda ser usado como herramienta para el entendimiento de eventos difíciles para los niños, sino que toca profundamente en las heridas del adulto, supuestamente, más experimentado en la pérdida y en el dolor. Este filme, sin duda, nos muestra cómo “… el dolor se ahuyenta por el cariño y por el acompañamiento (…). El dolor, sólo se ahuyenta con el amor” (Clerico, 2010, p. 18).
Es una película que invita a valorar los pequeños momentos; “es curioso cómo los mejores momentos de nuestra vida no suelen estar relacionados con los grandes eventos en que gastamos mucho dinero y en los que estuvieron presentes muchas personas. Tienen más que ver con los pequeños momentos extraordinarios dentro de un día ordinario” (Pérez, 2017, p. 43). Mi amigo Robot te adentra en lo grandioso de lo cotidiano: ver la tele con esa persona que amas; acostarse en el sol y tomar su mano; encontrar su canción y generar complicidad cuando esta suena en la radio.
Con ello, Mi amigo Robot, nos lleva de la mano por momentos que seguro traerán a tu mente algún o algunos eventos en tu vida: la sensación de soledad; la incertidumbre y la esperanza que produce conocer a alguien nuevo; el confort experimentado cuando existe alguien que acompaña; el dolor que produce la separación; el miedo que se experimenta al pensarnos como reemplazables; la reconstrucción desde el dolor y la búsqueda de nuevas rutinas sin el otro; el nuevo encuentro y el anhelo por una nueva compañía; la decepción al fracasar en la búsqueda de ese acompañante y; finalmente, la aceptación para volver a sonreír.
Mi amigo Robot, nos dice como espectadores que un corazón roto se arma de muchas piezas, las cuales van a cambiar y que las palabras “siempre” y “nunca” son falsas e injustas. Seguramente, no siempre y para siempre, amarás a una persona; y es una falacia que nunca volverás a amar.
Entender lo anterior, conduce a pensar que, para jugar el juego del amor, la pérdida es inevitable y nos conducirá a procesos de duelo más o menos largos (la duración varía y no hay un tiempo correcto para vivirlo, el tiempo de duelo es individual e intransferible). La tanatóloga Elisabeth Kübler-Ross, al hablar sobre duelo, identifica cinco etapas: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. En Mi amigo Robot todas ellas pueden ser ubicadas.
- Negación: Perro se rehúsa a abandonar a Robot en la playa, diseña estrategias múltiples para recuperarlo, donde lo posible parece ser insuficiente;
- Ira: Perro, al ver en Halloween a un niño disfrazado de Robot, estalla y les cierra la puerta de manera furiosa (ellos le han recordado aquello que ha perdido). Este enojo está vinculado con el miedo; las personas ante la pérdida están mucho más asustadas que enojadas. Sin embargo, esa explosión es necesaria para poder seguir adelante.
- Negociación: esta etapa es más clara en Robot, quien imagina diversos escenarios bajo los cuales podría volver al lado de Perro (su imaginación juega como instrumento de negociación en su intento de cambiar o revertir la pérdida).
- Depresión: Perro regresa de la playa y al no encontrar a Robot, experimenta una profunda tristeza y desesperanza.
- Aceptación: Perro y Robot conocen a un nuevo acompañante, aceptan que no estarán juntos y encuentran una nueva forma para seguir con sus vidas, sin olvidar su pérdida y atesorándola a través del recuerdo. Llega el momento donde se acepta que “si has querido y te han querido, eso debe ser suficiente para que busques vivir en paz y con alegría y no un pretexto para destruirte, apagarte o marchitarte cuando el ser amado ya no está a tu lado” (Pérez, 2017, p. 83).
Con estas etapas, Elizabeth Kübler-Ross, invita a entender la vida no como algo que puede ser medido por el tiempo, sino que la vida debe ser medida por la intensidad con la cual estamos dispuestos a vivir, donde se debe ser consciente de que “… no hay noche que dure eternamente y hermosos amaneceres prueban que siempre hay espacios para ser feliz” (Pérez, 2017, p. 36).
En conclusión, es grato ver cómo la economía, no tiene por qué estar peleada con la modificación cultural, la cual permite la apertura para hablar de temas tabúes. Con “Mi amigo Robot” el programa Europa Creativa, muestra un camino interesante para reproducir en otras regiones del mundo, donde la cultura se convierta en un impulso y no una limitante para crear mejoras sociales.
“Mi amigo Robot”, es una película necesaria que intenta decirnos: los problemas, el dolor y el fracaso son inevitables y nos permiten ir hacia el adentro, replantear que lo más importante en un mundo donde nos afecta demasiado lo que los otros opinen sobre nosotros, está en cada día preguntarnos menos ¿por qué me ocurre una pérdida?, sino empezar a buscar respuestas a la pregunta ¿para qué la pérdida? y ¿para quién la pérdida?
El encuentro con las respuestas, estoy segura, permiten mejorar nuestra condición humana, la cual se construye en los ojos de los otros. Sólo al reconocernos en el otro podemos entender la potencia compasiva del amor de Dios. Se trata de vivir con alegría a pesar de la pérdida y el dolor, porque la alegría en nuestras vidas es la herramienta de una mejor perspectiva. Entender que cada momento vivido se convierte en un regalo. Mi amigo Robot es un regalo necesario de empatía para repensar en el presente cómo nos relacionamos con los demás. Es una película que, sin duda, puede salvar vidas, porque nos enseña que el presente, es el único tiempo del corazón.
Entendamos a la neutralidad climática como el estado en el que las emisiones de gases de efecto invernadero se equilibran con las absorciones, lo que resulta en un balance neto cero de emisiones antropogénicas de CO2 (OpenAI, 2024).
FUENTES DE CONSULTA
Cámara de Comercio de España. Delegación ante la Unión Europea. (2021). Periodo 2021- 2027. Programa Europa Creativa. Recuperado de https://www.camara.es/sites/default/files/generico/programa_europa_creativa.pdf
Clerico, C. (2010). Morir en sábado ¿tiene sentido la muerte de un niño? (2da ed.). Desclée De Brouwer.
Consejo Europeo. (2021). Programa Europa Creativa 2021-2027. Recuperado de https://www.consilium.europa.eu/es/policies/creative-europe-2021-2027/
OpenAI. (2024). [Mensaje de ChatGPT]. Recuperado de https://chatgpt.com/
Pérez, G. (2017). La niña a la que se le vino el mundo encima. Una historia para superar las pérdidas. Diana.
Tomatazos. (2024). Mi Amigo Robot (Robot Dreams) | Top de críticas, reseñas y calificaciones. Recuperado de https://www.tomatazos.com/articulos/902022/Mi-Amigo- Robot-Robot-Dreams-Top-de-criticas-resenas-y-calificaciones
Valdivia, G. (2024). Pablo Berger, cineasta español: “Quería que con Mi Amigo Robot el espectador pudiera llorar y reír”. La Tercera. Recuperado de https://www.latercera.com/culto/2024/03/05/pablo-berger-cineasta-espanol-queria-que-con-mi-amigo-robot-el-espectador-pudiera-llorar-y-reir/#
Notas al pie
- Entendamos a la neutralidad climática como el estado en el que las emisiones de gases de efecto invernadero se equilibran con las absorciones, lo que resulta en un balance neto cero de emisiones antropogénicas de CO2 (OpenAI, 2024).
↩︎ - Mi amigo Robot recibió el premio a Mejor guion adaptado junto al de Mejor película de animación en Premios Goya 2024; se presentó en el Festival de Cannes 2023; ganó el Annie a Mejor película animada independiente y; fue nominada a los Premios Oscar 2024 como Mejor película animada (Tomatazos, 2024).
↩︎ - Pablo Berger posee una filmografía poco extensa, la cual ha sido aplaudida en festivales internacionales reconocidos. Se recomienda, complementar la visita al cine para ver “Mi amigo Robot” con la visualización del resto de su filmografía: Torremolinos (2003); Blancanieves (2012) y Abracadabra (2017).
↩︎ - Un gag o gag visual es algo que transmite su humor a través de imágenes, generalmente sin el uso de palabras. Asimismo, es relevante señalar que Pablo Berger ha mencionado que: “La película que utilicé de referencia para todo el equipo fue Luces de la ciudad (1931)” (Valdivia, 2024).
↩︎ - Quizá la canción que más se quede en tu mente al acabar de ver este filme sea: September (Earth, Wind & Fire), una canción de finales de los años 70 de este siglo. Recomiendo que en este momento pauses tu lectura y vayas a Youtube a escuchar el soundtrack de la película. Ve a la siguiente liga: https://bit.ly/4bcb5GJ
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