¿La descolonización en práctica es decolonial? El caso palestino

Artículo de opinión escrito por nuestro colaborador Fernando Martínez Gálvez.

Fernando Martínez Gálvez. 

Lo sucedido en Palestina ha sido objeto de críticas, señalamientos y condenas. En un análisis de reojo es evidente que las acciones violentas de grupos armados son condenables y en primera instancia violan el derecho internacional humanitario. No obstante, es necesario estudiar el fenómeno desde perspectivas alternativas que permitan entender lo que sucede en Palestina desde un enfoque decolonial y poder entender en su totalidad el trasfondo de la relación palestino-israelí. 

La decolonialidad es un fenómeno estudiado en las ciencias sociales durante bastantes años, debatido en las aulas de las universidades sobre sus implicaciones y al parecer bien entendido en cuanto a su teoría. Los problemas presentes en el siglo XXI han demostrado la necesidad de voltear la mirada a lentes teóricos como la decolonialidad. Sin embargo, pareciera que la descolonización solo es aceptada en teoría y no en su práctica. 

En un primer acercamiento la decolonialidad surge desde el campo latinoamericano con la necesidad de repensar el estudio de los conflictos, incluyendo el análisis de factores no hegemónicos como la racialidad, la etnicidad, la religión, entre otros. No obstante, lo decolonial también tiene como antecedente los estudios poscoloniales, nacidos desde Europa y África con el mismo objetivo, reconstruir narrativas y proponer nuevas. 

Por lo anterior, debe entenderse que los estudios poscoloniales, aunque con diferente objeto de estudio (Europa, África, Medio Oriente y Asia), siguen contribuyendo en sus postulados al análisis decolonial, esto es, a descolonizar conceptos. Partiendo de lo anterior, cuando se piensa en decolonialidad ésta es casi siempre imaginada como una situación a priori, esto es, como una idea o proyecto que emerge desde una situación de descolonizar un lenguaje, una situación o a un evento y no desde una posición a posteriori, es decir, como el resultado o el proceso continuo de la descolonización. 

Mencionado proceso de descolonización ha sido objeto de bastantes discusiones, en especial cuando acontecimientos de enfrentamiento violento surgen en el escenario internacional, puesto que se cuestiona si dichos actos forman parte o no de una decolonialidad, o bien, de una invasión, una violación a los principios del derecho internacional o a un rompimiento al orden. 

Es en esta premisa que el recordatorio de los científicos sociales clásicos que han aportado hacia el campo de la decolonialidad es necesario para entender cuándo se habla de descolonización. Así, autores como Frantz Fanon han declarado que la descolonización es siempre un proceso violento, un evento que no puede ser analizado desde entendimientos de “guerra”. En su obra, Los condenados de la tierra (1986), resalta ideas importantes sobre el desarrollo de la descolonización, a saber: el hombre colonizado se libera en y por la violencia, en el plano de los individuos, la violencia desintoxica, ésta libera al colonizado de su complejo de inferioridad.

Las citas anteriores se entienden si se pone en contexto el sistema colonial por el que atravesaba África, en específico Argelia, durante la década de los 60, periodo marcado por el colonialismo europeo sobre territorios indígenas. Así también, Fanon escribía con la intención de visibilizar que la colonialidad imperialista de la época también respondía a factores otros como el racismo y cuyos estigmas se quedaron implementados en las estructuras de los países, costando en el futuro a los pueblos originarios guerras civiles y múltiples protestas en contra de dicho sistema. 

Así también, los procesos de independencia de algunos Estados pasaron por etapas similares a una descolonización, esto es, una fase de luchas sociales en la que los pueblos pugnaban por la expulsión de los colonialismos de los territorios ocupados, del exigir la restitución y el respeto a sus derechos, así como, el derecho a la autodeterminación, que marcaría el inicio de su historia como país independiente. Al respecto habría que hacer la señalización que una descolonización no implica siempre una independencia, ya que, en la actualidad todavía coexisten Estados bajo el yugo colonial, aun cuando el orden internacional les ha aceptado como país independiente en las estructuras internacionales de poder. 

Al respecto entonces, Palestina necesita un cierto grado de descolonización para alcanzar la independencia política. Los debates sobre una solución de dos o un Estado en la relación palestino-israelí forman parte de una conversación secundaria, la primera debería y debe de ser la descolonización en Palestina. Ante la interrogante, ¿cómo se alcanza un grado de descolonización? La respuesta podría tener múltiples alternativas, sin embargo, si se trata de una separación de una colonia, es evidente que el proceso será mediante el uso de la fuerza.

Así, de la misma forma en que el sistema colonial fue impuesto sobre el pueblo, el pueblo deberá utilizar la fuerza y la violencia para descolonizarse. Ya lo señala a bien Angela Davis (2015) en su obra La libertad es una lucha constante, es decisión de los palestinos emplear el método que consideren para triunfar en su lucha, es su derecho. Así como también lo justificaba Fanon (1986) al decir que la violencia del colonizado unifica al pueblo, se convierte entonces en su bandera de lucha. 

Como se mencionó con anterioridad, la decolonialidad como teoría es ampliamente aceptada en la academia, sin embargo, con las recientes noticias sobre la toma del poder por parte de grupos políticos palestinos con ramas armadas y cuyo activismo se orienta a la violencia pareciera que no lo es del todo. De la teoría a la práctica existen muchas diferencias, una de ellas: la acción. Es imposible imaginar una descolonización sin considerar también los procesos que lleven a ella, entre ellos: manifestaciones, enfrentamientos, reformas, luchas y hasta guerras. 

El caso palestino es especial porque involucra entender una lucha de resistencia que inició desde antes de la creación del Estado de Israel sobre territorio palestino y que se intensificó a raíz de la guerra de 1967 cuando a Palestina le fue arrebatado más de la mitad de su territorio, fragmentando a su población en áreas bajo dominio colonial israelí. 

Resulta hasta incrédulo cómo es que la opinión pública internacional ha ignorado los gritos de auxilio y las banderas de ayuda de las y los palestinos desde 1948, año en que inicia el periodo colonial. Acontecimientos como el éxodo masivo de palestinos derivado de las guerras, dando lugar a la creación de campos de refugiados y a asentamientos coloniales sobre tierras palestinas y, las posteriores intifadas palestinas de 1987 y 2000 fueron las señales de la gestación de un movimiento de descolonización.

De esta forma se comprende que lo que sucede en Palestina, y en Gaza en específico, el 7 de octubre del 2023 1 no es un evento aislado, es una continuación de los intentos de descolonización por parte del pueblo palestino frente al régimen colonialista israelí. Es la descolonización puesta en práctica. Las imágenes de los sucesos son el resultado de la separación de la colonización, un proceso violento y necesario. 

Es imperante recordar que cuando se realiza una crítica hacia el colonialismo israelí las objeciones se realizan en torno a la infraestructura que lo ha sostenido: el gobierno, la política, las instituciones y la ideología. Por ende, no se pretende con la crítica realizar declaraciones antisemitas. Poco tiene que ver la religión con la crítica hacia la actuación del colonialismo israelí, muestra de ello son los grupos de judíos de izquierda que han mostrado su rechazo hacia las acciones de su gobierno desde comienzos del presente siglo. 

De igual manera, asimilar que la descolonización se trata de un desarrollo violento no implica aceptar o estar de acuerdo con actos atroces que se realicen en perjuicio de la humanidad, como bien se señalan en las convenciones de Ginebra sobre el Derecho Humanitario. Al contrario, es importante no perder de vista el objetivo que dicho proceso de descolonización cobre las menores vidas posibles y se trate de una transformación que no involucre a terceros. 

El sistema internacional no podría cuestionar si los métodos implementados en Palestina son o no los correctos puesto que este mismo sistema ha sido partícipe y testigo de los actos resumidos en años de colonialismo sobre el pueblo palestino. Como se mencionó en párrafos anteriores, la resistencia palestina continúa viva y está dispuesta a implementar las estrategias que a ellos y ellas les parezcan viables en su descolonización.

Lo que sucedió en Gaza es fuertemente criticado en parte por la narrativa hegemónica occidental que homogeneiza todas las resistencias palestinas a las acciones perpetradas por las brigadas armas y Hamás y les cataloga de terroristas, cuando la realidad es totalmente distinta. Palestina está constituida por miles de grupos de resistencia con diversos tipos de activismo que varían desde lo político, la predicación y la violencia. Por lo anterior, es primordial el rechazo a las narrativas de guerra que desde el comienzo del escalamiento de ataques a Israel por parte de un grupo armado palestino comenzó a surgir en la media occidental.

Lo anterior es crítico para entender que lo que visto en Gaza no se trata de una guerra, porque no existen las mismas condiciones entre ambos lados para que el concepto de guerra exista como las teorías realistas lo caracterizan. Al contrario, se trata de una respuesta a los 141 años de colonización israelí y 75 años de limpieza étnica sobre las y los palestinos, de un régimen de apartheid, es la descolonización palestina en práctica. 

Por ende, es responsabilidad de las y los estudiosos de las ciencias sociales y en especial es obligación de aquellos y aquellas quienes nos dedicamos a los estudios decoloniales entender y defender que la decolonialidad como concepto no es solamente un marco teórico sino un modelo práctico. Así, la descolonización será un proceso violento o no será. La descolonización será resultado de los colonizados o no será. La descolonización será también práctica o no será. 

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  1. El sábado 7 de octubre inició una operación desde Gaza hacia Israel, adjudicada por el grupo Hamás (acrónimo en árabe de Movimiento de Resistencia Islámica, partido y grupo armado de resistencia palestina), ocasionando un contraataque por parte de Israel con bombardeos con más de 500 objetivos militares y residenciales, cortando además el suministro de electricidad, alimentos y agua en la Franja de Gaza. ↩︎

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Referencias

Fanon, F. (1986). Los condenados de la Tierra. Fondo de Cultura Económica. 

Davis, A. (2015). La libertad es una batalla constante. TXALAPARTA

BBCNews. (2023). La historia de la Franja de Gaza, el antiguo territorio del Imperio Otomano que los palestinos consideran «la mayor cárcel al aire libre» del mundo. BBCNews. https://www.bbc.com/mundo/articles/c06r7nlr84ko

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Un comentario sobre “¿La descolonización en práctica es decolonial? El caso palestino

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  1. Menudo alegato a la violencia y al terrorismo contra civiles. La violencia no es la única vía (y menos si es ejercida contra civiles) para la descolonización. Intentas taparte diciendo que tus críticas a Israel no son antisemitas porque se dirigen hacia la súper-estructura, pero en la práctica sí lo son: estás justificando como decoloniales las acciones de un grupo terrorista-yihadista que lo que busca es la aniquilación o exilio de 9 millones de judíos (más que el Holocausto); pretender hacer un genocidio no es un acto decolonial. Emplear la violencia contra civiles en vez de contra objetivos gubernamentales tampoco es decolonial, es terrorismo. En las luchas decoloniales no todo vale. Creo que eres un antisemita porque no eres capaz de ver al pueblo judío como un sujeto con derechos (dados tus alegatos a favor de la supuesta decolonialidad del acto de matar a miles de civiles judíos). No diría que eres un antisemita desbocado si tus críticas se dirigiesen a, como tú mismo indicas, el Gobierno isaraelí; el problema es que justificando como decoloniales las acciones de Hamás estás dando apoyo a una crítica que no va solo contra el Gobierno, sino contra el pueblo judío (civiles).

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