Excelentísimo Sr. Alberto Medardo Barranco Chavarría Embajador de los Estados Unidos Mexicanos en la Santa Sede
Prioridades compartidas de la casa común entre México y la Santa Sede

Por Lizbeth González y Donaldo Sosa – Miembros de la REGAP

En el marco del 75° aniversario de la Organización de las Naciones Unidas, se realizó una entrevista exclusiva con el Excelentísimo. Sr. Alberto Medardo Barranco Chavarría, Embajador de los Estados Unidos Mexicanos ante la Santa Sede, dedicada a resaltar la valiosa relación diplomática que sostienen ambos Estados.
En la actual coyuntura y tiempos difíciles en los que como humanidad nos encontramos, es imprescindible resaltar el papel de la paz, la buena gobernanza y el excelente papel por parte de México en la esfera internacional a través de sus relaciones diplomáticas.
La celebración del 75ª aniversario de Naciones Unidas nos permite conocer el ejercicio diplomático de México en el exterior, además de recordar lo contribuyente que éste ha sido para la historia de nuestro país. Es en este sentido, que a raíz de los 28 años de relaciones diplomáticas de México y la Santa Sede, se han identificado importantes posibilidades de colaboración en áreas que retoman la paz, la seguridad internacional y la promoción de un orden internacional justo. Sin duda puntos de coincidencia que reafirman el compromiso y la importancia de los nexos diplomáticos.

Resulta relevante remarcar el papel de la Santa Sede como actor dentro de la Organización de las Naciones Unidas y en específico su apoyo hacia la Agenda 2030. Como lo señaló el Excmo. Sr. Alberto Medardo la Santa Sede a través de diversas acciones ha empatado con la nación mexicana, en específico con relación al medio ambiente.
En el extenso catálogo de empatías en materia de prioridades entre México y la Santa Sede, existe plena concordancia con las exhortaciones del Papa Francisco para proteger lo que califica como “la casa común”. El reflejo mayor de la preocupación de Su Santidad se ubica en la carta encíclica «Laudato Si« , promulgada hace cinco años.
La encíclica papal marca la importancia de nuestro planeta y la agenda que tenemos en común y, a través de la memoria, nos permite hacer reflexión sobre lo que incluso San Juan Pablo II llamaba una conversión ecológica global. Nos insta a hacer reflexión sobre lo que pasa en nuestra casa común y sobre todo a repensar la construcción del futuro de nuestro planeta.
Textualmente el documento urbi et urbi habla de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral “en el marco de un urgente y hermoso desafío”, representado este por cuatro obstáculos que oscilan desde la negación del problema, la indiferencia, la resignación cómoda y la confianza apuntalada por las soluciones técnicas.
En ese sentido, se resalta la preocupación compartida que tiene la Santa Sede, pero sobre todo la visión de la unión humana, que se ve accionada a través de diversos mecanismos, ejemplo de ello es lo que nos comparte el Excmo:
A partir de la publicación del texto se ha creado un grupo de trabajo entre los distintos Dicasterios o Secretarías de Estado sobre ecología integral, en cuyo ámbito se incluye también a las organizaciones católicas involucradas en la lucha por alcanzar una mejor calidad en el medio ambiente.
A lo anterior se unen las acciones que México ha desarrollado en materia de la Agenda 2030. Entre ellas, se destaca la creación del Consejo Nacional de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que cuenta con la participación de Gobierno Federal, gobiernos locales, el sector privado, la sociedad civil, la academia y los organismos internacionales. Este Consejo busca llevar a México por el camino de un futuro sostenible, a lo que se unen, sin duda, las recomendaciones de otros actores internacionales.
Las recomendaciones emitidas por este núcleo pontificio en materia de alimentación, agua, energía, ecosistemas, economía circular y salud, han sido transmitidas puntualmente al gobierno de México.
Comparte de igual manera el Excmo. Sr. Alberto Medardo, que las ventanas de oportunidad que México debe de reforzar se han exponenciado a raíz de la pandemia COVID-19, sin embargo, recalca que en estos momentos la multilateralidad y la cooperación son algo que se debe de enfatizar, no solo en la región, sino a nivel mundial, a través de los foros internacionales.
Dada la dualidad entre el Estado Vaticano y la Santa Sede, México reconoce la soberanía del país y el liderazgo espiritual a nivel global que representa el Papa Francisco como líder de la iglesia católica. Dada la autoridad moral que se le reconoce en los distintos ámbitos internacionales se busca el consenso en temas torales a plantear en foros multilaterales, lo que se ha profundizado ante la gravedad de la pandemia.
Aporta de igual manera que dentro de los puntos en común de la agenda de las relaciones entre México y la Santa Sede, se destaca la preocupación y acción en miras de resolución de conflictos internacionales, el bienestar colectivo y sobre todo el respeto a la dignidad de los migrantes.
En la agenda común coincidimos en las posiciones pontificias sobre el respeto a la dignidad de los migrantes, la búsqueda de alternativas pacíficas para la solución de conflictos internacionales. El respeto a los derechos de la población más vulnerable, la necesidad imperiosa de programas sociales y de salud pública que contribuyan desde un ángulo a promover la autosuficiencia de los desprotegidos y por otro a prevenir enfermedades.
El papel de México dentro del Consejo de Seguridad para el periodo de 20221-2022 permite reafirmar lo anterior. Considerando que nuestro país ha sido un actor que promueve la paz, sin duda continuará trabajando en el marco de las Naciones Unidas para asegurar la efectiva implementación del concepto de paz sostenible a fin de asegurar sociedades pacíficas, justas e incluyentes.
De igual forma, el Excmo. Sr. Alberto Medardo menciona que otro punto de encuentro dentro de la Agenda en la que coinciden es en el combate al terrorismo, la corrupción y el reforzamiento en materia de apertura de oportunidades para los jóvenes y la integración de esta generación al Estado.
Ejemplo de lo anterior tiene que ver con la creación de espacios por parte del actual gobierno, a través de programas como Jóvenes Construyendo el Futuro. Recordemos que este programa pretende que los jóvenes mexicanos se desenvuelvan laboralmente a través de capacitaciones en algún centro de trabajo de su elección durante un año y el gobierno es quien cubre esos gastos; en ese mismo sentido, el programa Jóvenes por la Transformación, brigadas de norte a sur busca enfatizar la labor social y contribuir a la pacificación de México.
En lo que respecta a la visión de ciencia y tecnología, México está apostando por el programa Laboratorio de Habilidades, en el que colabora Microsoft, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social y el Organismo Internacional de la Juventud para Iberoamérica.
El gobierno de México coincide con el Santo Padre en el combate frontal a la corrupción; en total transparencia en la información política y financiera; abolición de la pena de muerte; no injerencia en asuntos internos de los países; integración plena de los jóvenes reforzando en núcleo primitivo que representa la familia; educación integral para todos y apertura de oportunidades de empleo para los jóvenes al integrarlos a las empresas como becarios del gobierno. Bajo el marco no solo se pactan acuerdos bilaterales sino instrumentos permanentes de intercambio de información para combatir el financiamiento al terrorismo y el lavado de dinero. La posibilidad está abierta para eventos académicos de discusión bilateral.
Para el Excmo. Sr. Alberto Medardo, la migración se une como un tópico que debe velar por poner en práctica los verbos enunciados por el Papa Francisco en la Jornada del Migrante de 2018, que constan de acoger, proteger, promover e integrar a los migrantes, promoviendo la cultura de encuentro.
Bajo la pauta de la Santa Sede en México se ha desarrollado una actividad creciente en materia de instrumentos de protección a los migrantes que cruzan el país en su intención de alcanzar los Estados Unidos, algunos de los cuales cuentan con apoyo de subsidios oficiales.
Por último, el Excmo. Sr. Alberto Medardo, retoma como factor fundamental y estratégico a la importancia de la encíclica «Fratelli Tutti» anunciada por su eminencia el Papa Francisco y como es que esta coincide con los valores y principios de México.
Las principales líneas de la tercera encíclica del actual pontífice, con el título proverbial de «Fratelli Tutti«, coincide plenamente con la orientación y principios del actual gobierno de México, ya en la búsqueda de una política de bien común y empleo pleno; garantía de respeto a los derechos humanos; condena a la especulación financiera y la sed de ganancias bajo un marco egoísta, y la ética en las relaciones internacionales.
Aunado a esto, expone la solidaridad de nuestro país ante el nuevo paradigma internacional y de tiempos difíciles de la pandemia, ya que a través de México, se logró que Naciones Unidas aprobara un acuerdo para que la vacuna contra la COVID-19 se convirtiera en un bien de la humanidad.
La diplomacia como eje rector de nuestros principios y valores, representa no solo el camino hacia la voluntad y a los vectores de paz, sino que también se acentúa como el medio para transmitir un mensaje a la comunidad internacional; uno que ahora va de la mano con el pacto por la humanidad. Ahora más que nunca, el ejemplo de esta relación bilateral se posiciona como una cooperación conjunta por «nuestra casa común».

Redes de la Embajada de los Estados Unidos Mexicanos en la Santa Sede
Sitio web: embamex.sre.gob.mx/vaticano
Twitter Embajada: @Embamexvat
Twitter Embajador: @Alberto19279815

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