Migración forzada, entre la profundización y la criminalización: las inagotables reconfiguraciones “humanitarias” al servicio de Estados Unidos

Columna escrita por Eduardo González .

El 22 de septiembre de 2023 se reunieron en Ciudad Juárez representantes del Instituto Nacional de Migración (INM), de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés) y de la empresa FERROMEX a discutir sobre el aumento de flujos migratorios en vías ferroviarias. La representación mexicana habla sobre cooperación estrecha y su contraparte estadounidense de seguridad. Los derechos y la dignidad de las personas migrantes no son temas sobre la mesa; para las autoridades de ambos países se trata de un problema de seguridad y la política migratoria se encamina (todavía más) hacia la securitización. 

Eduardo González

Voluntario de Investigación

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En el marco de los acuerdos entre México y Estados Unidos, y como parte de un nuevo esfuerzo para combatir el reciente aumento de personas migrantes en la frontera de ambos países, se buscan impulsar medidas como deportación, disuasión, medidas coercitivas y punitivas para cesar su tránsito. En este sentido, podemos destacar que el viernes 22 de septiembre de 2023, se llevó a cabo la reunión para la atención del incremento de los flujos migratorios irregulares en el sistema ferroviario de México, en Ciudad Juárez, Chihuahua. En ella, se reunió el Instituto Nacional de Migración (INM) y la empresa Ferromex.

En la reunión estuvieron presentes representantes de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA); de la Guardia Nacional (GN); la gobernadora del estado de Chihuahua Maru Campos Galván; funcionarios de CBP de Estados Unidos; y el comisionado del Instituto Nacional de Migración, Francisco Garduño Yáñez. Dentro de los resultados, se acordaron una serie de acciones coordinadas, a través de los tres niveles de gobierno. Esto, bajo el discurso de “evitar que las personas migrantes arriesguen su vida al utilizar las redes ferroviarias” como medio de transporte para lograr su objetivo (en un gran porcentaje) de llegar a la frontera con Estados Unidos. 

Esta serie de cuestiones y decisiones en torno a un fenómeno tan complejo como la migración, nos obliga a preguntarnos lo siguiente: ¿El enfoque dominante en torno al fenómeno migratorio creciente en América Latina, plantea un compromiso con el respeto de los derechos humanos y un tránsito hacia su atenuación o disminución, e inclusive con la erradicación de la migración forzada?

La migración en los países de América Latina ha sido una dinámica estructural y sistemática presente a lo largo de los últimos siglos, sin embargo a finales del s. XX y principios del s. XXI es que se observa un incremento de la migración; en particular aquella que se dirige en dirección sur – norte y sur – sur.

Para contextualizar, el 11 de mayo de 2023, bajo la administración del presidente de Estados Unidos Joseph Biden, la norma impuesta por la administración Donald Trump como política de restricción migratoria y bajo excepción temporal, implementada durante la pandemia por COVID-19 a través del Título 42, y estipulada en la Ley de Servicio Público de salud de 1944, expiró. Desde entonces, este hecho ha evidenciado la emergencia en la atención de este fenómeno, lo que plantea posicionamientos con intereses en pugna. 

Dentro de la raigambre diversa en torno al tema, podemos identificar dos perspectivas principales: perspectiva dominante (neoliberal), y una perspectiva crítica (del sur). El crecimiento de este fenómeno evidencia no sólo procesos socioeconómicos presentes en la región, sino aspectos políticos y culturales, como la noción epistemológica de “desarrollo”, compartida en el imaginario social de las personas que habitan los países latinoamericanos. 

De esta manera, podemos observar que ambas perspectivas plantean un abordaje y andamiaje teórico distinto, por lo cual sus implicaciones son igualmente distintas. De esta manera, podemos distinguir los posicionamientos con proposiciones fundamentales en torno al nexo de migración y desarrollo:

Perspectiva dominante: desde esta perspectiva, la migración es concebida como variable independiente y el nexo entre migración y desarrollo es concebido de manera unidireccional, visualizando la migración y las remesas como fuentes importantes de desarrollo para los países de origen. Constituyendo a las remesas como un instrumento del desarrollo en el cual los propios migrantes pueden detonar, por sí mismos, procesos de desarrollo en los lugares de origen gracias a las remesas que ellos envían; y vistas como capaces de generar el entorno adecuado para potenciar las dinámicas de desarrollo.

Otro argumento arcaico y, sin embargo, aceptado es: “la migración es impulsada por grupos de crimen organizado”, lo cual evidencia el carácter cínico y perverso del discurso del Estado, que a través del traslado de la responsabilidad a una entidad abstracta y difusa, pero que evoca en quien la escucha una idea compartida de ese otro enemigo al interior del Estado, el cual configura el caldo de cultivo idóneo para introducir o imponer estrategias de seguridad que en última instancia tienen el objetivo de apropiarse de territorios y recursos naturales y humanos a través del control y disciplinamiento social.

Asimismo, tanto en los países de origen como en los países de destino, son una mercancía laboral, “una población desechable”, que contribuye a la dinámica de acumulación. Por otra parte, en la dimensión discursiva, con una visión de trasfondo político de corte extractivista, desde el país de origen, los migrantes otrora olvidados, representan la nueva cara del desarrollo, ascendidos al pedestal de héroes; sin embargo, desde el país de destino, la migración representa una carga y, en ocasiones, una influencia cultural y racial nociva que contamina a la sociedad receptora.

En sentido opuesto, bajo la perspectiva crítica, el capitalismo contemporáneo aparece trazado por una cartografía de segregación socioeconómica que distingue entre países llamados “desarrollados” que cumplen un papel nodal en el funcionamiento del entramado global, en ellos se concentran los grandes capitales que despliegan sus operaciones productivas, comerciales y financieras en el sistema internacional. 

Por otra parte, los países llamados subdesarrollados, que generalmente han tenido un pasado de colonialismo y sometimiento, tienen un papel en el cual constituyen a la periferia, cuyas relaciones económicas, productivas y culturales frente al centro del sistema, configuran una nueva división internacional del trabajo. Donde el sistema capitalista mundial gira en torno de las redes globales del capital monopolista. Esta arquitectura redefine los términos de intercambio mediante esquemas que posibilitan transferencias de ganancias a las periferias.

En este sentido, la perspectiva crítica, busca redefinir la comprensión y consecuencia epistemológica en el abordaje del fenómeno migratorio, bajo fundamentos como la agudización de las asimetrías al interior de países, entre países y regiones, que tiene como correlato la profundización de las brechas económicas y políticas; el crecimiento de las desigualdades sociales, con la concentración sin precedentes del capital, poder y riqueza en pocas manos frente a una masa creciente de población que padece pobreza, explotación y exclusión, sumado a otras expresiones de desigualdad como la discriminación racial, étnica y de género, en general la violencia psíquica a la que todos somos sometidos en mayor o menor medida, pero que ciertos grupos o comunidades experimentan sin titubeo del sistema.

Ante este panorama, valdría cuestionarnos en qué grado nos creemos ajenos a estas realidades, si debería o no importarnos, y en qué medida los Estados atienden a las personas no solo como personalidades jurídicas, sino como vidas humanas que sienten, ríen, lloran, aman y sobre todo experimentan la voracidad del sistema capitalista. Echeverría B. (2019) nos indica que la escasez absoluta, la que retira el derecho a la vida a todas las capas más bajas de la población mundial, es, desde hace siglos ya, una escasez artificial; es la condición más básica de la reproducción de la riqueza social, en forma de mercancía-capital, y es así lo primero que esta reproducción reproduce. La escasez no es la consecuencia de un fracaso del capitalismo, sino todo lo contrario, el resultado de su triunfo. (p. 41)

Fuentes de consulta

Delgado, R. & Márquez, H. (2012). Desarrollo desigual y migración forzada: una mirada desde el sur global. México. maporrua.

Cerezo H. (2018). VIVOS LOS QUEREMOS: claves para entender la desaparición forzada en México. México. Comité Cerezo México.

Echeverría B. (2019). Vuelta de Siglo. México. ERA

Flores R., Weisfeldt S., Tucker E. (23 de septiembre de 2023). México llega a un acuerdo con Estados Unidos para deportar a migrantes de sus ciudades fronterizas. En CNN (https://acortar.link/UFPX0k)

México coordina con EE.UU. nuevo enfoque para una migración ordenada, segura, regular y humana en la región | Secretaría de Relaciones Exteriores | Gobierno | gob.mx (www.gob.mx)

Acuerdan INM y Ferromex acciones con 3 niveles de gobierno y CBP para sistema ferroviario y que personas migrantes no arriesguen su vida | Instituto Nacional de Migración | Gobierno | gob.mx (www.gob.mx)

Readout: U.S. – Mexico Meeting on Joint Actions to Further Enhance Border Security. U.S. Customs and Border Protection. Gobierno. USA.gov https://www.cbp.gov/newsroom/national-media-release/readout-us-mexico-meeting-joint-actions-further-enhance-border%5D

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