Columna escrita por Rubi Saavedra Lagunas.
Al transcurso de los años la explotación de los recursos, como fuentes de energía, han resultado en problemáticas que van más allá de los daños medioambientales que puedan causar; específicamente, en los últimos meses, el gas, como un recurso indispensable para uso doméstico e industrial, se ha convertido en un instrumento político en favor de las represalias contra Europa.
De manera central, el pasado 2 de septiembre, Rusia – a través de la empresa estatal Gazprom- mencionó que no reabrirá, como estaba previsto, el gasoducto Nord Stream 1, mediante el cuál Rusia manda gas a Alemania.
En concreto, este gasoducto ha estado en trabajos de mantenimiento debido a una falla en la estación compresora de Portovaya. Por tal motivo, será necesario que la reparación de fugas de aceite en motores se realice en talleres especializados. Sin embargo, esta noticia llega en medio de los crecientes temores acerca del abastecimiento de energéticos en lo que resta del año -y la venida del invierno para Europa-.
Para ahondar un poco más en los posibles detonantes de esta situación, es necesario mencionar que, bajo el contexto de la reciente guerra entre Rusia y Ucrania, las medidas tomadas por el grupo del G7-el grupo de los 7- acerca de limitar el precio del petróleo ruso en apoyo a Ucrania han resultado en disconformidades para el gobierno del mandatario Vladimir Putin.
Como consecuencia, si bien Moscú niega haber utilizado los suministros de energía como represalia por las sanciones occidentales impuestas, lo cierto es que el cierre de los abastecimientos de gas para Europa tendrá un gran impacto en el empleo y los precios. Es decir, con base en los daños económicos que ha provocado la pandemia de COVID 19, el gas – que se convierte en fertilizante y se usa en muchos procesos industriales- en Europa será cuatro veces más caro que hace un año.
En tal caso, es a partir de las recientes declaraciones acerca del gasoducto Nord Stream 1 que Rusia – principal proveedor de este recurso para Europa- ha comenzado a incrementar su demanda de petróleo y gas para China y compradores asiáticos. Esto significa, que las importaciones de gas natural procedente de Rusia se han disparado un 32,9% desde junio.
Como consecuencia, las nuevas relaciones que este recurso está formado, además de crear nuevas tensiones entre los países Occidentales y Asia, han puesto de manifiesto la necesidad de buscar nuevos abastecimientos de este energético.
Mozambique: ¿un aliado energético para Europa?
Hasta aquí, se puede analizar como es a partir de los conflictos bélicos y políticos, a nivel internacional, que Rusia ha decidido medidas determinantes acerca del abastecimiento de energéticos para Europa; esto debido a las declaraciones que promueven las principales economías industrializadas en el mundo. En tanto, es a través de esta amenaza al suministro de gas, que tanto Europa como Estados Unidos, han decidido buscar nuevos proveedores fósiles como Mozambique, lo que refleja un nuevo punto de inflexión.
Para dar cuenta, Mozambique tiene las terceras mayores reservas probadas de gas de África, después de Nigeria y Argelia; y, por consiguiente, uno de los más ambiciosos proyectos de gas donde, desde hace meses, las empresas petroleras occidentales planean construir una enorme terminal de gas natural licuado (GNL) en la costa septentrional.
Por su parte, de igual manera, la Unión Europea ya se ha comprometido a proporcionar al ejército una ayuda adicional de 45 millones de euros, esto para financiar un proyecto que abastezca de este recurso a Europa y Asia además de controlar posibles ataques de grupos islamistas, que, desde hace años, atentan contra la región.
A partir de lo expuesto hasta aquí, se puede demostrar como el abastecimiento de gas, como un energético importante para las economías de Europa y el mundo, se ha convertido en una herramienta política y estratégica en favor de las economías y la financiación de proyectos. Si bien en los últimos años se ha hecho hincapié acerca de la producción de energías limpias (como la energía eólica, o solar), hasta la fecha el abastecimiento de recursos como el gas y el petróleo son la base energética que abastece a familias, industrias y países enteros.
Así, las implicaciones internacionales que trae consigo el abastecimiento de energéticos, como el gas para Europa, en un momento de crisis bélica y económica como la que vivimos, demuestra el arma política que se ha convertido.
En tanto, la búsqueda de nuevos proveedores de fuentes energéticas como Mozambique, así como las nuevas relaciones comerciales que se puedan dar tanto para Europa como para Asia determinarán un nuevo escenario que se está construyendo. A raíz de esto, es prioridad comenzar a abordar, como tema relacionado, el uso de energías limpias que permitan dar un nuevo soporte a las economías en tiempos de crisis como los que tenemos.
Fuentes de consulta
[BBC News Mundo], & Roura, A. (2022, 3 mayo). Los dilemas de Alemania ante la guerra en Ucrania por sus lazos con Rusia | BBC Mundo [Vídeo]. YouTube. Recuperado 8 de septiembre de 2022, de https://bit.ly/3x4SUk6
BBC News Mundo. (2022, 2 septiembre). Nord Stream 1: Rusia cierra el gasoducto por el que envía gas a Alemania y al resto de la UE. Recuperado 8 de septiembre de 2022, de https://bbc.in/3x7S4Dn
Días, C. (2022, 5 septiembre). El cierre ruso del Nord Stream dispara el gas hasta un 30%: se agrava la crisis energética. Cinco Días. Recuperado 8 de septiembre de 2022, de https://bit.ly/3AXTdhR
Público. (2022, 17 agosto). Rusia advierte de que el precio de su gas exportado se duplicará con creces en 2022. Recuperado 8 de septiembre de 2022, de https://bit.ly/3AVApzH
Red de Estudios Globales Atlas-Polaris 
Deja una respuesta